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el mundo fragmentado

27 de noviembre de 2006

27 de noviembre de 2006

*Zaragoza es una ciudad que me recuerda a Sevilla.

**Nuestros jóvenes deberían leer a Federico Engels y su "Origen de la familia, la propiedad y el Estado":

"Según la teoría materialista, el factor decisivo en la historia es, en fin de cuentas, la producción y la reproducción de la vida inmediata. Pero esta producción y reproducción son de dos clases. De una parte, la producción de medios de existencia, de productos alimenticios, de ropa, de vivienda y de los instrumentos que para producir todo eso se necesitan; de otra parte, la producción del hombre mismo, la continuación de la especie. El orden social en que viven los hombres en una época o en un país dados, está condicionado por esas dos especies de producción: por el grado de desarrollo del trabajo, de una parte, y de la familia, de la otra. Cuanto menos desarrollado está el trabajo, más restringida es la cantidad de sus productos y, por consiguiente, la riqueza de la sociedad, con tanta mayor fuerza se manifiesta la influencia dominante de los lazos de parentesco sobre el régimen social. Sin embargo, en el marco de este desmembramiento de la sociedad basada en los lazos de parentesco, la productividad del trabajo aumenta sin cesar, y con ella se desarrollan la propiedad privada y el cambio, la diferencia de fortuna, la posibilidad de emplear fuerza de trabajo ajena y, con ello, la base de los antagonismos de clase: los nuevos elementos sociales, que en el transcurso de generaciones tratan de adaptar el viejo régimen social a las nuevas condiciones hasta que, por fin, la incompatibilidad entre uno y otras no lleva a una revolución completa" (prefacio a la edición de 1884).

***Cuando ella, con una copa en la mano, a punto de marcharse, dijo que le quería, nos pusimos a buscar los paraguas por el salón, que no encontramos. Tampoco encontramos la pregunta que respondía a aquella afirmación porque no estaba él. Llovía, y mucho, afuera.

(finalmente he encontrado la fórmula para entender a Alcaraz, presidente de la AVT. He dejado de escucharlo como víctima para oirlo sólo como enfermo. Donde su discurso es su enfermedad. Así todo tiene sentido.)

Informe de ONU sobre seguridad en Irak

Informe de ONU sobre seguridad en Irak

Copio el balance provisional del "proceso de paz" que los señores Busch, Blair y Aznar emprendieron en los territorios de Irak el 21 de marzo de 2003. El informe de la ONU hace referencia a los últimos cuatro meses del año en curso. Como pueden comprobar por el número de muertos y desplazados, a los que hay que sumar, entre otros, más de 200 asesinados ayer, el éxito democratizador prosigue su ruta. Todo un éxito que debemos apuntar en el haber de nuestro exlíder cósmico.

The Associated Press

Puntos más destacados del informe de la Misión Asistencial de la ONU en Irak dado a conocer el miércoles:

CIVILES MUERTOS CON VIOLENCIA: Octubre, 3.709; septiembre, 3.345; agosto, 3.009; julio, 3.590.

PROFESIONALES ASESINADOS: Se siguieron registrando asesinatos de profesionales en una cantidad alarmante durante los últimos dos meses, incluyendo a periodistas, maestros, abogados, médicos y líderes religiosos, políticos y tribales.

DESPLAZADOS: Aproximadamente 418.392 personas han sido desplazadas por la violencia sectaria y 15.240 por operaciones militares desde que insurgentes sunitas colocaron una bomba en un santuario chiíta en Samara el 22 de febrero de 2006. Se calcula que 1,6 millones han buscado refugio en países vecinos desde 2003, y unas 100.000 personas han salido de Irak cada mes en los últimos meses.

DETENIDOS: A fines de octubre, había 29.256 detenidos en Irak, de los cuales cerca del 46% estaban en instalaciones de la coalición y 54% en cárceles iraquíes. A fines de septiembre, había 30.104 detenidos, el 45% de ellos por la coalición y el 55% en prisiones de Irak.

ESCUELAS ATACADAS: Las escuelas se han convertido cada vez más en blanco de ataques sectarios y otras agresiones delictivas. Más de 300 profesores y empleados del Ministerio de Educación fueron asesinados y 1.158 quedaron heridos tan solo en el 2006.

RECLAMO DE CADAVERES: Durante octubre, más de 200 cadáveres no identificados fueron trasladados a cementerios en las dos ciudades sagradas chiítas de Karbala y Nayaf. Si una víctima murió durante una operación militar, sus familiares podrían mostrarse renuentes a reclamar el cadáver en las morgues, ante el temor de que las milicias o las fuerzas de seguridad pudieran vengarse del resto de la familia.

FUERZAS DE SEGURIDAD IRAQUIES: El ausentismo es generalizado entre algunas fuerzas del ejército y la policía iraquíes, algunas de las cuales han sido infiltradas por milicias y escuadrones de la muerte. Tan solo en Kirkuk, la mitad de sus 5.000 policías y sus 13.000 soldados pueden no reportarse a sus puestos en cualquier momento y muchos nunca regresan.

Hubiera querido tener la audacia ...

Calles que vienen de las dársenas con su hacinamiento de casas destartaladas y decrépitas, que se echan a la cara el aliento, que zozobran. Persianas cerradas en los balcones bullentes de ratas y de viejas con el pelo lleno de sangre seca de garrapatas. Paredes desconchadas y borrachas que se inclinan al este y al oeste de su verdadero centro de gravedad. Cinta negra de las moscas que se anudan a los labios y a los ojos de los niños, húmedas perlas de las moscas estivales, invadiéndolo todo; bajo el peso de sus cuerpos caen los papeles matamoscas colgados en las puertas violetas de tiendas y cafés. Olor a sudor de los berberídeos, un olor como de alfombra de escalera en descomposición. Y los ruidos de la calle: grito agudo del aguatero que golpea sus recipientes de metal para anunciarse, chillidos inesperados dominando de vez en cuando el estrépito como si provinieran de algún animal pequeño y delicado al que arrancan las entrañas. Llagas como pantanos... la incubación de la miseria humana cobra tales proporciones que uno se queda estupefacto y todos los sentimientos humanos se desbordan y convierten en asco y terror.
Hubiera querido tener la audacia con que Justine se abría paso por esas calles hasta el café El Bab, donde yo la esperaba.

Fragmento de Justine de Lawrence Durrell .

24 de noviembre de 2006

No hay nada como una buena alimentación diaria, algo de ejercicio físico y una mente despierta para llegar con salud al último tramo de la vida. Ahí tienen el caso de Kathryn Johnson, la señora de la foto. Que cunda el ejemplo.

 

EFE. 23-11-2006

Una mujer de 92 años murió el martes pasado al enfrentarse a tiros a agentes de la policía durante una redada antinarcóticos llevada a cabo en la ciudad de Atlanta (Georgia, EEUU).
Kathryn Johnson hirió a tres agentes antes de ser abatida por los disparos de éstos, según declaró a los periodistas el subjefe de la policía de Atlanta, Alan Dreher. Ha sido una muerte "trágica y desafortunada", pero los agentes actuaron correctamente al responder al fuego, añadió. Dreher explicó que los policías habían acudido el martes por la noche a la casa de la mujer tras comprar drogas a un hombre en ese mismo lugar.
Un portavoz policial indicó que los agentes, que iban de paisano y llevaban una orden judicial, se identificaron como policías y, tras llamar sin que nadie contestara, forzaron la puerta de la casa, en la que la mujer vivía sola desde hace 17 años.
La mujer no tenía hijos y su familiar más cercano era una sobrina de 75 años, según los vecinos, que han indicado que el caso pudo deberse a un error de identidad.

Circo del sol

pasen y vean

23 de noviembre de 2006

La lectura diaria de la prensa es una montaña rusa donde pasas de la risa a la depresión a la velocidad de un cometa.

Así podemos leer que los responsable de la empresa Afinsa (aquella de los sellos y las estampitas) proponen a sus clientes convertirlos en accionistas de la empresa y devolverles el dinero a diez años vista. Semejante *genialidad* se ha presentado, o se va a presentar, al juez que instruye el caso como solución a la estafa y conseguir, de esta manera, una disminución de las penas aplicables a los delitos imputados a los administradores.

De admitirse tendríamos la siguientes secuencia de los hechos:

1 Un grupo de señores crean una empresa y estafan a un buen numero de personas mediante el timo de la estampita.

2 Cuando la estafa es detectada y pasa al juzgado, el grupo de señores niegan que la empresa carezca de recursos para hacer frente a sus obligaciones.

3 Cuando la intervención judicial aclara que la empresa está en quiebra porque no existen recursos para devolver el dinero a sus clientes, es decir, cuando confirman que existe la estafa, el grupo de señores proponen a los clientes estafados que *compren* la empresa, hacerlos accionistas y ¡QUE FINANCIEN! con los recursos estafados la propia estafa durante diez años. Es decir, que el dinero que les han robado, y que los ladrones no piensan devolver, se convierta en un crédito contra la empresa. Y ellos a disfrutar de las ganancias.

¡Manda *guevos*!

La corrupción en España está llegando a grados que igualan los peores tiempos de la mafia siciliana.

La semana pasada pudimos oir a un especulador del ladrillo amenazar a un alcalde de una pequeña localidad, con todas las cámaras de televisión al servicio del mafioso empresario, si no le otorgaban las licencias necesarias para construir 15.000 viviendas en Seseña sin que, hasta la fecha, nadie le hubiera garantizado la acometida de agua, electricidad y los servicios mínimos. El impresentable mafioso lleva ya construidas 5.000 viviendas, y vendidas un buen número de ellas, sin que nadie de los responsables regionales tenga a bien pasar el tema al fiscal anticorrupción y *limpiar* a este delincuente de la escena pública. El mafioso tiene la medalla al trabajo concedida por Eduardo Zaplana cuando era ministro de Trabajo. Ahí es nada. El delincuente mafioso espera que le entreguen un barco valorado en 60 millones de euros que ha comprado en Italia, y pagado en efectivo, mientras dice que despedirá a sus trabajadores si el alcalde no le concede las licencias de marras. Evidentemente, buena parte de la corporación de Seseña, incluídos dos ediles del PSOE, trabajan en la empresa de Paco, más conocido como *el pocero*.

¿Dónde están los jueces y fiscales cuando estas ratas salen de las cloacas? Nadie lo sabe.

Por Valdemoro, un alcalde socialista, y media corporación del PSOE y del PP, son imputados por un juez de haber cobrado 40 millones de euros- ¡40 millones!- por comisiones en la gestión y recalificación de solares públicos. Magnífico, maravilloso,  que estos mafiosos delincuentes terminen en la carcel y, a ser posible, se pudran en ella después de haber devuelto el dinero, pero la pregunta es ¿dónde están quienes han pagado esas comisiónes? ¿Es que siempre se salvan los pagadores en estos saqueos?

Estuve trabajando en un pueblo del sur de España cuyo alcalde era del PCE y presidía el ayuntamiento con mayoría absoluta. Al poco tiempo, creó y pasó a presidir un nuevo partido, de *izquierdas*, por supuesto,partido competidor del suyo anterior y que conseguió nuevamente la alcaldía para el político en cuestión. Posteriormente se presentó en las listas, pero que muy listas, de un grupo de supuestos independientes que aspiraban a lo mejor para el pueblo y que también lograron el triunfo y la alcaldía para nuestro hombre. Durante todo el tiempo que duró la movida militancia del político en cuestión,  en el pueblo de marras, se recalificaron más del 50% de los terrenos y solares dependientes del ayuntamiento, y eso que es uno de los municipios más extensos de España. La última vez que ví al alcalde ya no lo era : trabajaba como presidente de una de las empresas que había construído sobre los solares que él, y sus ediles, recalificaron durante años y en diferentes partidos y listas electorales. Me dijo, eso sí, que ya no le interesaba la política.

¡Animalito!.

Adiós, depresión. En busca de la felicidad razonable.

Enrique Rojas.

Ediciones Temas de Hoy. Madrid,2006.  

Enrique Rojas es Catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica de la Universidad Complutense de Madrid. Es también director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas de Madrid y Presidente de Alianza para la Depresión .Pertenece a la generación de médicos humanistas que tanta tradición ha tenido en Europa .Premio Conde de Cartagena de la Real Academia de Medicina de Madrid por sus trabajos sobre la Depresión, y Médico Humanista del Año(1995). Su trabajo se ha orientado en dos direcciones :la investigación clínica, con estudios sobre la ansiedad, la depresión y los trastornos de personalidad; y los ensayos en los que ha abordado el amor, el desamor, la voluntad, la sexualidad, la felicidad y el mundo de los deseos.

 La depresión es la enfermedad de la tristeza. Cabalgan en su interior un abanico de sentimientos negativos que nos agobian, como la pena, la melancolía, el desencanto, la desilusión, el abatimiento, la falta de ganas y energías y todo eso acompañado de un lenguaje propio, de un estilo diverso y único a la vez, heterogéneo y homogéneo, amplio y concreto, que ofrece un muestrario de síntomas de una enorme riqueza, adentrándose en otros campos de la medicina.

La definición académica sitúa esta enfermedad como el síndrome caracterizado por una tristeza profunda y la inhibición de casi todas las funciones psicológicas, que da lugar a cinco series de síntomas:físicos, psicológicos,de conducta, cognitivos, asertivos y sociales.

Al hablar de Depresión no nos situamos frente a una enfermedad de bordes definidos, sino a un trastorno que puede manifestarse de muchas formas, pues afecta a lo más profundo del ser humano y cada uno guarda en su seno un estilo propio e irrepetible cuyas características se manifiestan tanto en su personalidad como en los trastornos que sufre. …… prefiero hablar de depresiones en plural, incluyendo en el término las alteraciones puramente psicológicas como las que tienen su origen en un problema de tipo bioquímico…………Constituye la gran epidemia de las sociedades modernas…………..han existido siempre, pero hoy conocemos mejor sus mecanismos de funcionamiento y hasta kla manera de tratarlas……Las depresiones evolucionan…………podemos observar diferencias notables con las que se veían hace veinte otreinta años.Lo fundamental de las depresiones de hoy se consideraba secundario en las antiguas…………………..El psiquiatra y el psicólogo actuales deben sumergirse en la frondosidad del problema si quieren establecer un diagnóstico correcto. .Dado que los diferentes tipos de depresión pueden asociarse entre sí y compartir síntomas, el ropaje con el que se presentan puede ser muy variado e incluso asociarse a otras enfermedades que , en principio, nada tienen que ver. Esta asociación es lo que denominamos comorbilidad. …. La enfermedad psíquica, igual que la somática, es algo vivo en perpetuo movimiento, como la propia persona. Así pues el diagnóstico nunca debe ser entendido como una cosa inamovible o un destino definitivo…………….La observación es la clave de los avances, anterior a cualquier hipótesis de trabajo.

El que no ha padecido una auténtica depresión no sabe realmente lo que es la tristeza, uno de los sentimientos más complejos en el ámbito de la psicología, siempre escoltado por la pena, el desconsuelo,,el abatimiento, la melancolía, el verse sumido en un paisaje interior negativo con serias dificultades para proyectarse hacia el futuro.

La vida es una operación que se realiza hacia delante……………. Es el perfeccionamiento de la persona lo que nos lleva a la felicidad….Hay tres aspectos que se constituyen en antagónicos de la tristeza: el placer, la alegría y la felicidad…………….La felicidad está en alcanzar la máxima cima posible para cada cual, por medio de una verdadera ingenieria de la conducta.

DECALOGO CONTRA LA TRISTEZA.

…..La auténtica felicidad no es un estado prefecto y permanente, sino un balance existencial positivo.Los altibajos, frustraciones, dificultades, sinsabores,errores, etc son inevitables y en la mejor de las vidas todo eso asoma en distintas dosis y circunstancias.En nuestra mano está el saber enceuzar esos fracasos y aprovecharlos como experiencia de la que se deben sacar enseñanzas..

 1.- La felicidad como proyecto.LA FELICIDA ABSOLUTA NO EXISTE.Hay que aspirarn a una felicidad razonable, en donde amor, trabajo y cultura dan lo mejor de sí mismos……………La cultura es libertad: ES LA ESTÉTICA DE LA INTELIGENCIA. También el privilegio del conocimiento vivido. La cultura es la artesania del conocimiento, un saber de cinco estrellas que humaniza al ser humano y lo mejora mediante la ética y la estética.2.- Saber tomarse las cosas de la vida con sentido del humor.3.- Conocerse a sí mismo…Conocer las aptitudes y saber las limitaciones. Ambas apuntan hacia la consecución de un mejor equilibrio psicológico, en donde la armonia la llamada por los griegos ataraxia, sea un punto de referencia hacia donde dirigirse. Este es un proceso complejo, alegre y doloroso, de pulir,,quitar,añadir,mejorar,afinar aspectos,vertientes, aristas y zonas de cada uno para redondear la personalidad y la vida.Una persona madura es un gran antídoto contra la depresión.4.-Desarrollar lenguajes interiores positivos5.-Fortalecer la voluntad. Voluntad es capacidad para aplazar la recompensa.Si hay una voluntad recia, aparece la lucidez del perdedor, que consiste en volver a empezar y poner de nuevo sobre la mesa los propósitos a alcanzar.6.-Saber superar las crisi de la vida…….Comprendernos a nosotros mismos, tener capacidad para rectificar,perdonarnos a nosotros mismos, saber que el tiempo cura casi todas las heridas.7.- Tener una concepción correcta del tiempo.Que pasado, presente y futuro formen una ecuación sana, equilibrada,armónica. Una persona madura es aquella que vive instalada en el presente;tiene asumido y superado su pasado con todo lo que eso significa y vive empapada y abierta hacia el porvenir.8.-Tener el apoyo de la familia y los amigos………La familia debe ser el recinto privado en donde se aprende a amar y donde mejor se siente uno comprendido………. La amistad, que no es otra cosa que donación,confidencia y complementariedad.9.-Recurrir al psiquiatra cuando sea necesario………….Aquel que debe ser especialista en humanidad, pero con rigor científico y con psicología, ciencia y arte…Hay que seguir las pautas terapeúticas diseñadas por el psiquiatra, tomar la medicación prescrita, cumplir las directrices apuntadas, hacer los controles de análisis propuestos, no dejar la medicación por voluntad propia, ni automedicarse. Es preciso recurrir al psicólogo siempre que sea necesario y saber que su labor es muy positiva, pues debe conocer lo que sucede dentro de cada uno.10.- Búsqueda del sentido de la vida. Sentido quiere decir tres cosas: Dirección.Hacia donde vamos, de dónde venimos. Conocer y amar la verdad, lo que permanece por debajo del oleaje que ruge y se embravece…………. Dirección con dos segmentos:el microsentido del día a día,scarle elmáximo partido a cada jornada, viviendo intensamente el momento; y el macrosentido, descubrir una visiónlarga de la jugada.

Contenido:deben hospedarse dentro de nosotros los grandes temas de la vida:amor,trabajo,cultura,amistad…Estructura,que existan dentro de nosotros el menor número de contradicciones internas, que busquemos la coherencia de vida, que se de una buena armonia entre lo que pienso y lo que hago.

 Vivimos en una sociedad que tiene prisa, pero que muchas veces no sabe adónde va, perdida en lo fundamental, en un frenesí hedonista que se devora así mismo.Buscar los valores que no se pasan con el tiempo y vivirlos, luchar por vivirlos, esa es la clave.Así es más fáicil combatir la tristeza, sus túneles y las emboscadas que ella nos prepara para dejarnos atrapados en sus redes.

22 de noviembre de 2006

Magnífico ejemplo democrático del socialismo francés para elegir su candidato/a a la presidencia de la  República.

Ejemplo democrático para los militantes socialistas que han podido votar, tras varios importantes debates televisados, a su candidato entre los tres propuestos, de altísimo nivel intelectual y político.

Magnífico ejemplo, por supuesto, y en primer lugar, para el resto de la ciudadanía no militante al poder escuchar  las razones por las que el partido socialista francés ,avalista de la candidatura, presenta a *ese* candidato ( candidata, en este caso) para gobernarlos a “todos” y *todas*.

Transparencia y democracia en la sociedad de consumo : única alternativa real a la dictadura silenciosa .

Qué pena no seguir en España el ejemplo francés en todos las elecciones. Por lo menos, por la izquierda oficial.

La candidatura socialista a la alcaldía de Madrid no ha sido un buen ejemplo de “democracia”.No dudo de la valía de Miguel Sebastián y sus buenas intenciones. No discuto la persona sino el método. La izquierda no debe actuar NUNCA como la derecha, salvo que quiera traicionar los postulados de la propia izquierda.

Zapatero, a quien defiendo en otras cuestiones, como el proceso de paz, me parece que en este caso ha cometido un grave error. No lo va a tener facil Sebastián frente a Gallardón, *político* entre los políticos, pero mucho menos facil lo va a tener el PSOE, partido por el que se presenta Miguel y a quien no se le ha consultado y al que se ha olvidado de forma antidemocrática. 

El método elegido ha sido claramente “aznaril”, es decir, autoritario.

Ya veremos qué nos cuenta el *independiente* (¿de qué o quién?) candidato a la alcaldía por el PSOE a todos los ciudadanos, una vez *puesto* en la caja de salida por un errado ZP en este caso. 

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Añado el artículo que publica hoy en El País su joven director, Javier Moreno. Artículo valiente y claro por cuanto tiene de crítica a los errores que se están cometiendo desde la izquierda en la construcción del mapa territorial de España. Acertado el comenatrio sobre Montilla y ese esperpento de partido que se hace llamar PSC del que ya no sabemos si responde a los principios de la izquierda o del nacionalismo burgués. Después de Maragall, cuando creíamos que habíamos tocado fondo, llega esta prórroga del tripartito. Vale que ese engendro de ERC haga todo cuanto esté en su mano por recuperar el poder perdido, pero que a esa batalla se sume el PSC es para decir hasta aquí hemos llegado. Montilla, y toda la dirección de su partido en Cataluña, debería llevar una buena temporada en su casa. Continuar en el poder a cualquier precio es otra forma de corrupción. Posiblemente, la peor.

Javier Moreno (El País.es 22-11-2006) 

Nación, diálogo y (buenos) periódicos

En mayo de 1957, un juez impuso a Arthur Miller, el prominente dramaturgo estadounidense, una sentencia de 500 dólares, 30 días de cárcel y la retirada del pasaporte por su negativa a colaborar (esto es, denunciar a compañeros y conocidos) ante el Comité de Actividades Antiamericanas, por aquellos años en la cumbre de su paranoica cacería anticomunista. La sentencia fue anulada un año después, mientras un puñado de periodistas trataba de mantener la decencia de la profesión y de la democracia americana, en una época en la que la solidez un poco estólida y gris de los grandes rotativos impedía todavía presagiar la importancia que habrían de adquirir posteriormente para la libertad y la democracia de la sociedad a las que se dirigían. Años después, Miller tuvo ocasión y gusto de reflexionar sobre el oficio de hacer periódicos, materia a la que brevemente se había dedicado como estudiante a mediados de los años treinta. "Supongo que un buen periódico", dijo en 1961, "consiste en la nación dialogando consigo misma".

Casi medio siglo después, cualquier lector español que por casualidad repare en la definición de un buen periódico que entonces esbozó Miller no podrá menos que sonreír. Probablemente, con más ironía que otra cosa: Miller combina tres conceptos (nación, diálogo y, ay, un buen periódico) cuyos perfiles se han deshilachado tanto que parecería imposible armar de nuevo con ellos una frase tan certera como aquella. Aunque ninguno de los tres ha logrado resistir sin ceder por alguna cuaderna los sañudos e interesados embates a los que se les ha sometido en este país (de forma especialmente corrosiva en la última década), se diría que la nación se ha convertido en objetivo principal de dos años a esta parte.

La disolución de España a manos del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, su ocaso como nación unitaria y finalmente su desplome entre rechinar de dientes al averno del fracaso como país moderno han constituido, desde el triunfo del PSOE en las elecciones de marzo de 2004, el basso ostinato con el que han machacado a los ciudadanos la derecha política y sus corifeos mediáticos (o al revés, si hay que ordenar a los actores por su autoridad para dirigir este gran circo de tres pistas al que asistimos desde entonces). Curiosamente, un concepto, el de nación, que la derecha arrebató a los liberales tarde, en algún momento del siglo XIX, como explica bien el historiador José Álvarez Junco en su obra Mater Dolorosa, después de resistirse a la modernidad que esta idea suponía frente a la de una España vertebrada en torno al trono y la Iglesia católica. Tanto así, que una lectura de las novelas de Baroja y de Galdós permite imaginar vívidamente, en alguna de las guerras carlistas que atravesaron aquella centuria, a más de un cura trabucaire irrumpiendo en la plaza del pueblo con un grupo de guerrilleros desharrapados al grito de "muera la nación". Esto es, vivan el trono y Cristo rey. Los conservadores detestaban el término "nación", asociado entonces a la modernidad. La derecha prenacional ya era, aunque todavía lo ignoraba, básicamente antimoderna.

La pésima gestión que del proceso de reordenación territorial necesario para construir la España del siglo XXI ha hecho el presidente Rodríguez Zapatero ha proporcionado, sin duda alguna, pólvora de sobra a los modernos trabucos que, bajo distintos ropajes (o bajo los mismos: los curas integristas no dejan de serlo por el hecho de predicar ahora por las radios), tratan de evitar, una vez más, la modernización del país, al tiempo que organizan de forma efectiva la resistencia frente a todo cambio: de forma consciente están en ello, al menos, desde 1812. Antes, contra la nación; ahora, prestos a salvarla, aunque en el intento se lleven por delante la convivencia, la estabilidad democrática o el futuro y la voluntad de los ciudadanos en un Estado moderno y europeo. En cualquier caso, el absurdo debate identitario (nación sí o no) al que dio pie un Gobierno tripartito en

Cataluña organizado para conseguirle la presidencia de la Generalitat a Pasqual Maragall pese a que perdió las elecciones de 2003 (o quizá por ello mismo) supuso tan sólo un punto de partida. Tras extenderse por otras autonomías, el desaguisado amenaza con sucederse a sí mismo en Cataluña esta semana para, de nuevo, convertir en presidente de la Generalitat al líder de los socialistas catalanes, José Montilla, que en lugar de dimitir tras perder su partido cinco escaños y casi un 25% de los votos en las últimas elecciones, ha preferido volver a asociarse con la formación que tuvo que ser expulsada del Ejecutivo catalán por hacer imposible el consenso sobre el nuevo Estatuto.

Ciertamente, el problema de España no consiste en su definición, ni la de Cataluña, País Vasco o Galicia (menos aún Extremadura o Valencia), sino cómo articular un modelo de Estado, un sistema fiscal, un reparto de poderes y un equilibrio territorial que permita a sus casi 45 millones de ciudadanos el libre ejercicio de sus derechos y responsabilidades, avanzar en la integración europea y afrontar la globalización. Y ello, sin renunciar a sus identidades respectivas. En Europa, la solución se ha llamado federalismo, y no hay nada en la genética de los españoles que excluya ex ante esa posibilidad entre nosotros. Se trata, en cualquier caso, de dar la batalla por la modernidad más allá de estériles debates nominalistas, un empeño en el que el actual Gobierno socialista ha mostrado más voluntad que acierto, más intuición que oficio.

Mientras tanto, la derecha (que ya es "nacional", pero igualmente antimoderna), tras ocho años en el poder en los que organizó con ahínco todas las trincheras posibles para fosilizar a España alrededor de una idea periclitada de patria y religión, parece ahora perdida en la defensa de su desastrosa gestión tras el 11-M, confiando en que el poder le caiga de rebote si Zapatero sufre un accidente suficientemente aparatoso antes de las próximas elecciones. Nadie puede asegurar, visto el rumbo y las manifiestas incapacidades de gestión en ciertos temas clave del presidente y no pocos de sus ministros, que esto no vaya a suceder.

El término diálogo no goza de mejor salud que el de nación, aunque ya se sabe que, al igual que la felicidad, consiste casi siempre en un estado retrospectivo ("qué bien se dialogó para pactar la Constitución; qué fructíferos fueron los Pactos de la Moncloa"; "qué felices éramos antes"). Para empezar, si la nación ha de dialogar consigo misma (como predicaba Miller de un buen periódico), hará falta una oposición en la que sus líderes más solventes, que los hay, en Madrid o en Santiago, liquiden de una vez los restos del autoritarismo vocinglero heredado del franquismo, que no duda en poner en riesgo la estabilidad de las instituciones con tal de mantener el poder, y lleven a la derecha española, de una vez por todas, al siglo XXI. Mientras tanto, no habrá con quién discutir de nada que resulte sustancial ni de otra forma que no sea a gritos. Esta desgraciada conjunción y la más que evidente falta de oficio de los socialistas han contribuido a privar de la estabilidad deseable a muchos de los pactos alcanzados en los dos últimos años.

Correlato objetivo del lamentable estado de salud de la nación y el diálogo lo constituye el periodismo en España, afectado de una lista de males que no se antoja corta: manipulación de la información, insultos, mentiras, amarillismo e intromisión en la intimidad. Una mezcla altamente indigesta que se disfraza de periodismo cada día en España y en la que se han especializado la emisora de radio de los obispos, nada menos, y algún periódico conservador con vocación de cortejador de la ultraderecha, embarcados ambos en una grave operación de desestabilización de las instituciones democráticas sin parangón en Europa occidental o Estados Unidos. Para completar la excepción hispánica, un sector de la derecha (ciego y sordo a los intereses de la nación) baila al ritmo que les marcan estos flautistas del apocalipsis cotidiano, arriesgando además en esta conga tribal la unidad de su partido y su parroquia, una parte de la cual asiste al aquelarre entre estupefacta y desanimada.

Escribo este texto con motivo de la aparición de la edición de EL PAÍS en Galicia. No sé si, en una época de audiencias fragmentadas, multiplicidad de canales y pujanza creciente de Internet (por no hablar más de la crisis de la nación y del diálogo), un buen periódico responde aún a la definición de Arthur Miller. Pero tengo claro de qué otros elementos se compone: una mirada sobre el mundo, sobre España (y en este caso sobre Galicia) compartida con sus lectores; una cierta idea de la modernidad a la que aspiran legítimamente sus ciudadanos; un proyecto consensuado de futuro.

Los instrumentos (rigor, profesionalidad, honestidad e independencia), ésos sí, no han cambiado desde entonces, y probablemente desde mucho antes, quizá desde el 19 de agosto de 1896, cuando un editor entonces desconocido publicó un texto en un periódico de Nueva York que acababa de comprar y en el que prometía "ofrecer las noticias de forma imparcial, sin miedo ni favoritismos, independientemente de cualquier partido, secta o intereses implicados". En alguna otra ocasión he escrito que todo director necesita renovar ese contrato con sus lectores. Valga este artículo, hoy que nace la edición gallega de este diario, para hacerlo con todos los lectores de EL PAÍS.

21 de noviembre de 2006

Tomasa Cuevas recibiendo la Cruz de San Jordi de manos de Pascual Maragall

La labor de compilación de la obra de Tomasa Cuevas comienza en 1974, cuando decide recorrer España e ir grabando con un magnetófono los testimonios de mujeres que habían estado con ella en diversas cárceles. Contraria al *pacto de silencio* de la transición, decide publicar el material recogido en esas cintas. Tomasa, militante del Partido Comunista y con una gran fortaleza de carácter, recoge los impresionantes testimonios de muchas mujeres que fueron encarceladas, algunas de ellas simplemente por el hecho de ser madres, hermanas o mujeres de activistas políticos. Todas ellas mantuvieron la dignidad y se negaron a ser humilladas en público. ¿Por qué todo este sacrificio no se ha visto nunca reconocido? Bien por ese «pacto de silencio», bien por el machismo dentro de los partidos políticos, ya que pocas mujeres resistentes y del exilio llegaron a ocupar cargos públicos. Este libro es un homenaje a todas las mujeres que durante el régimen franquista sufrieron represión, torturas, presidio y, algunas, la muerte.

Título : Presas. Mujeres en las cárceles franquistas.

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Tomasa Cuevas


Tomasa Cuevas (Guadalajara, 1917) ingresa en la Juventud Comunista con casi catorce años. Cuando estalla la Guerra Civil defiende la República con las JSUC y más tarde con el PCE. Al acabar la guerra, es detenida y encarcelada en la prisión de Guadalajara. Condenada a 30 años de prisión, de los cuales cumplirá cinco. Después es desterrada a Barcelona, donde se incorporará al PSUC. En 1945 vuelve a ser detenida, salvajemente torturada y trasladada a la prisión de Les Corts. En 1951 se exilia en Francia hasta 1961. En 1969 pasa nuevamente a la clandestinidad. Es miembro de la Asociación Catalana de Expresos Políticos y autora, entre otros títulos, de Cárcel de mujeres y Mujeres de la resistencia.

En 2004 recibió el premio “Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya”.

 

LA IDENTIDAD QUE VIENE DEL OCIO

Vicente Verdú.

Todavía queda mucha gente que considera el trabajo como la base decisiva de la identidad. La contemporaneidad, sin embargo, desmiente esta vieja creencia. El trabajo profesional ha ido descaracterizándose y el ocio, por el contrario, cargándose de elementos dispuestos a definirnos.

Todavía hace pocos años Richard Sennett obtuvo un gran éxito con su libro La corrosión del carácter y allí se lamentaba, se sollozaba, porque el panadero de hoy no era ya el conspicuo panadero de antes, nutrido de tradición y enharinado de vocación ancestral. Tampoco el herrero o el abogado conservarían esos caracteres porque el capitalismo de consumo, su variabilidad, su superficialidad, su movilidad, los habría corroído como personajes netos.

Efectivamente. El efecto de la cultura del consumo (histéricamente estimada como cultura del diablo) ha sido la corrosión de lo unívoco. No emprendemos la vida hoy para llegar, como dictaba Píndaro, a ser el que somos, sino precisamente para ser todo lo que ahora no somos.

La aventura y no el proyecto estricto, la veleidad y el cambio, la imprevisibilidad o el accidente son los caracteres de nuestro tiempo. El atributo más anticontemporáneo es la dirección única, la sangre pura, la ortodoxia o el planeamiento delineado para toda la vida.

Ni la casa, ni la pareja, el coche o el reloj son, como antes, para toda la vida. Tampoco la dedicación profesional que, entre otras cosas, nace de una titulación aplicable a tareas variopintas o todavía por pintar. No nos hacemos una identidad mediante el trabajo porque el trabajo o nos disfraza una y otra vez en sus diferentes versiones o nos resbala. Bajo la apariencia de una profesionalidad circunstancial no se construye la identidad sino, más o menos, en el territorio del tiempo libre. Libre también para ser a voluntad. De hecho, esta ha sido la respuesta del 88% de los jóvenes españoles e italianos encuestados por la empresa Synovate con implantación en 54 países y tras realizar su último estudio sobre identidad en 11 naciones europeas.

En el ocio, a través de las elecciones musicales o de ropas, la preferencia de ídolos y marcas, la elección de parajes, videojuegos y viajes, se conforman tribus y tipos. El trabajo resulta o demasiado abrumador, explotador, voluble o poco importante para esperar la denominación de él.

El mundo alternativo al laboral, el universo del consumo y su tiempo libre se encarga de trazar la silueta de ciudadanos/consumidores y no en el negativo sentido de su enajenación sino en el serio significado de su definición.

El que quiera entender que entienda.

19 de noviembre de 2006

19 de noviembre de 2006

El Proceso de Paz. 

¿Todo vale? (III)

Cuando todo pase, que pasará, nos daremos cuenta de las barbaridades judiciales y los rotos a la justicia que se han cometido en nombre de la lucha contra el terrorismo. De Juana es un ejemplo más, pero no el único.

El silencio y la complicidad en este tema no distingue entre izquierdas y derechas, PSOE o PP. Los pocos que denuncian estas tropelías en prensa, como Bonifacio de la Cuadra en El País, suelen ser objeto de insultos por los guardianes del código del perfecto luchador por las libertades. Guardianes, como todos sabemos , que están a uno y otro lado del rio preparados a disparar a todo lo que se mueve en la dirección incorrecta. El fundamentalismo siempre es malo pero cuando se basa en la mentira es trágico.

De Juana es todo y mucho más de los calificativos que el DRAE reserva para un asesino. El patriotismo de este patriota ha dejado 25 cadáveres en el camino de la construcción de su pútrida patria. Sólo personajes de esta calaña pueden formar parte activa de la infamia.

Pero De Juana ha cumplido, con la ley en la mano, su condena. Así, esa prórroga que se han inventado por dos artículos en Gara al precio de doce años más de cárcel es insostenible jurídica y moralmente. El Supremo, no me cabe ninguna duda, la anulará.

En cuanto a los "respetables" juristas citados en el artículo, miembros del  consejo editorial del diario de los agujeritos negros, sólo me queda esperar que las hemerotecas y el tiempo conviertan la tragedia de su "sabiduría" en purita comedia.

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Bonifacio de la Cuadra.- El País. 18/11/06

La sanguinaria trayectoria terrorista de Iñaki de Juana Chaos le ha situado, en numerosas ocasiones, durante sus 51 años de vida -20 de ellos en la cárcel-, ante los jueces, encargados por nuestro Estado de derecho de aplicar las leyes y de imponer las penas correspondientes. Así ocurrió durante lustros, hasta que llegó la hora de su excarcelación definitiva, por extinción de las penas impuestas, instante en el que las alarmas políticas y mediáticas desencadenaron un nuevo proceso judicial, que concluyó el 8 de noviembre último con una condena sin precedentes, en mi opinión infundada, a 12 años y 7 meses de cárcel por publicar dos artículos, y que probablemente anulará el Tribunal Supremo.

Las primeras alarmas se produjeron en 2003, dado que la finalización del cumplimiento de las penas pendientes se calculó inicialmente para la Navidad de ese año. Pero el cómputo de la redención de penas por el trabajo (vigente cuando De Juana delinquió) logró finalmente retrasar la excarcelación hasta el 9 de febrero de 2005. Antes de esa fecha, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, anunció que había pedido al ministerio fiscal que recurriese esa y otras excarcelaciones legales, con un argumento jurídicamente desconcertante -pero que apenas alarmó-: "El Gobierno quiere garantizar a la ciudadanía su compromiso con la evitación de la impunidad".

Al no ser posible mantener en la cárcel cumpliendo condena a quien ya la había cumplido, el ministerio fiscal exhumó sendas cartas de protesta de De Juana, publicadas en diciembre de 2004 en el diario Gara, que la fiscalía de la Audiencia Nacional -con Eduardo Fungairiño todavía como jefe- utilizó para pedir 96 años de cárcel contra el recluso y así retenerle en prisión provisional, a la espera de juicio. La alarma político-mediática se sosegó, sin que aflorara la alarma jurídica.

Políticos y periodistas que se proclaman defensores del Estado de derecho se saltaron a la torera la Constitución y las leyes y dieron por buena una acusación fiscal jurídicamente aberrante, a la que se sumó la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Santiago Pedraz, instructor del sumario, lo concluyó el 10 de junio de 2005 sin procesamiento, "al no concurrir indicios racionales de criminalidad en el imputado". Pero la Sala Penal de la Audiencia Nacional ordenó al juez Pedraz procesar a De Juana, quien de ese modo continuó en prisión.

El anuncio por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido Tourón, de que se rebajaría sustancialmente la petición provisional de pena, por estimarla "desproporcionada" para penalizar dos artículos periodísticos, originó una oleada de críticas. Entre ellas, el 10 de octubre de 2006 el diario El Mundo, en un editorial truculentamente titulado Nadie rebajó la pena a los 25 asesinados por De Juana Chaos, contestaba a Conde-Pumpido que "más desproporcionado es el hecho de que alguien condenado a más de 3.000 años de cárcel por cometer 25 asesinatos fuera a permanecer en prisión apenas 18", y alentaba así la insumisión a la ley: "Una desproporción que la Justicia permite subsanar -y es de justicia hacerlo- con una aplicación severa de las leyes". (A la vista de ese texto, me pregunto si continúan en el Consejo Editorial de ese periódico dos juristas eminentes como el constitucionalista Jorge de Esteban y el penalista Enrique Gimbernat).

Finalmente, el ministerio fiscal rebajó la petición de pena mucho menos de lo que había anunciado y no supo tomar la decisión más ajustada a los principios constitucionales de "legalidad e imparcialidad" por los que ha de regirse: retirar la acusación, sin complejos político-mediáticos. Ésa era, en mi opinión, la respuesta jurídica pertinente a dos textos escritos por De Juana desde la cárcel, previamente conocidos por la Administración penitenciaria, y a través de los cuales ejerció su libertad de expresión y de crítica.

¿Cómo fundamenta entonces la Sala Penal de la Audiencia Nacional una condena por amenazas terroristas si en los textos incriminados no aparece amenaza alguna? Lo que El Mundo considera "sólida argumentación jurídica" de la sentencia se reduce a atribuir a De Juana, con base en sus críticas a políticos, jueces y funcionarios, "la intención de amenazar". Más adelante, la Sala invoca la jurisprudencia, pero en realidad no la aplica. Así (páginas 15 y siguientes), extrae de la doctrina del Supremo que el delito de amenazas terroristas exige intimidar con la conminación de "un mal injusto, determinado y posible", pero ni con la ayuda del diccionario consigue identificar tales exigencias en los textos del procesado, por lo que termina admitiendo que se trató de "amenazas veladas", cuya relevancia penal proviene de haber sido "efectuadas por un miembro de la organización terrorista ETA con numerosos asesinatos a sus espaldas".

Este argumento avoca a los juzgadores al Derecho Penal de autor -que sanciona personas, no hechos-, a pesar de que dicen rechazarlo por constituir "un verdadero retroceso en las garantías penales".

El Tribunal, que "no discute que el procesado estuviese alterado por los continuos retrasos en su excarcelación definitiva", le reprocha que, para "luchar contra la campaña mediática que se había iniciado contra su persona", criticara a "personas concretas, con nombres y apellidos".

Pero, curiosamente, la sentencia limita las víctimas de las supuestas amenazas a Javier Gómez Bermúdez, ex juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, hoy presidente de su Sala Penal; Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias, y otros cuatro funcionarios de prisiones. Nada dice de las críticas de De Juana, "con nombres y apellidos", al ministro López Aguilar, la diputada del PNV Margarita Uría, el ex director de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunción, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien reprocha su política penitenciaria de "recuperar o promocionar a los personajes de más triste recuerdo para los presos".

Si, como sería deseable, el Tribunal Supremo resuelve en breve plazo el recurso contra esta sentencia y, como parece razonable, absuelve a De Juana, se producirá por fin su excarcelación. También es posible que, para evitar ese hecho, algún alquimista del Código Penal esté desde ahora buscando la incardinación de la nueva protesta de De Juana -la huelga de hambre- en algún tipo delictivo. Y no digamos lo que el periodismo de "investigación" aportaría a este caso si en la celda del recluso se encontrara un bote, por minúsculo que fuera, de ácido bórico.

18 de noviembre de 2006

18 de noviembre de 2006

 No hay en estos cuentos vencedores. Todos, estén en un bando o en otro, son del bando de los vencidos. Todos forman parte de dos ejércitos devorados por las raíces absurdas de la crueldad y el odio y su verdad más ominoso: el de una guerra civil.
Y en ella estos personajes, estos hombres y mujeres que comparten su doble condición de víctimas y verdugos, de seres dominados por el odio, aniquilados por la indignidad del miedo y la venganza sobre el fondo de una España sangrante y calcinada.

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"Mi única y humilde verdad era un odio insuperable a la estupidez y la crueldad... Pero la estupidez y la crueldad se enseñoreaban de España... Los caldos de cultivo de esta nueva peste nos los sirvieron los laboratorios de Moscú, Roma y Berlín, con las etiquetas de comunismo, fascismo o nacionalsocialismo", señaló Chaves Nogales.

"De mi pequeña experiencia personal, puedo decir que un hombre como yo, por insignificante que fuese, había contraído méritos suficientes para haber sido fusilado por los unos y por los otros", agregó el escritor sevillano.

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¿Dónde están los Chaves Nogales, Corpus, Pla, Gaziel o Camba de nuestra època? ¿Alguien tiene alguna pista?

¿Por qué siguen sin bajar los pisos?


FERNANDO TRIAS DE BES

EL PAÍS  -  Opinión - 17-11-2006

La Ley del Suelo vigente, la del "todo urbanizable", tenía como objetivo abaratar los precios de la vivienda y dar mayor autonomía a las administraciones locales sobre el destino del suelo de su municipio. Han pasado varios años y el efecto ha sido el contrario.

Es cierto que en Europa también han aumentado los precios y que otros factores lo explican: tipos de interés, baby boom de los sesenta, inmigración, demanda extranjera de segundas residencias, y, no lo olvidemos, la especulación. En cualquier mercado, cuando la demanda aumenta, suben los precios. Por tanto, imputar el aumento de precios de los pisos a la Ley del Suelo diseñada por el PP sería injusto. Pero sí es cierto que la Ley del Suelo se diseñó para aumentar la oferta, y que más suelo urbanizable no ha servido de nada.

¿Por qué tras liberalizar millones y millones de metros cuadrados no bajan los precios? ¿Por qué si se construyen casi 900.000 pisos al año los precios aún suben?

La Ley del Suelo era una idea genial, pero aplicada de manera desastrosa. La filosofía era que todo el suelo, excepto el protegido, fuese susceptible de ser urbanizado. Es decir, aumentar de la noche a la mañana el stock, liberalizar el mercado del suelo. Las leyes de la oferta y la demanda actuarían y se corregirían los precios, desinflando la burbuja. Hasta aquí, de acuerdo. Pero la ley añade algo más. Dice que todo el suelo es urbanizable... siempre que la autoridad local lo apruebe bajo la supervisión de las Comunidades Autónomas. Al no asegurarse esto último, lo que se concebía como mercado libre se convirtió en uno totalmente manipulado: los ayuntamientos deciden impunemente quién puede y quién no puede transformar suelo.

Adicionalmente, la Ley actual propone para el cálculo del valor del suelo el método del valor residual, que viene a decir: ¿cuánto valdría este suelo si ya hubiese viviendas construidas? Se toman los precios actuales de los pisos y se hace un cálculo para determinar el correspondiente valor del terreno. En otras palabras, en el momento de una recalificación el suelo entra al mercado a precios máximos.

¿Es un mercado libre aquél donde un alcalde y unos pocos concejales deciden quién puede ofertar mercancía, cuál y, además, el precio de ésta?

La Ley del Suelo no sólo no ha corregido los precios, sino que, ante la pasividad de los gobiernos autonómicos, ha traído corrupción urbanística, mafias y especulación, amén de un desastre ecológico y medioambiental en determinadas zonas del litoral español.

Ante este desmán, el PSOE propone ahora una nueva Ley del Suelo. ¿Abaratará ésta el precio de la vivienda? Mi opinión es que no. La nueva Ley del Suelo propone que un 25% de viviendas de una actuación urbanizadora se destinen a vivienda protegida. ¿Qué va a pasar entonces con el 75% restante? Muy sencillo. Los promotores les aplicarán el margen que dejarán de percibir en las protegidas. Es como si le decimos a un frutero que está obligado a vender una de cada cuatro manzanas a un precio inferior. Mientras haya más gente en el mercado pidiendo manzanas, el comerciante les cobrará la diferencia que ha dejado de percibir por culpa del organismo que interfiere en su actividad. Habrá más viviendas protegidas, de acuerdo, pero como igualmente no habrá para todos, se perjudicará a quienes no las obtengan, personas obligadas a acudir al mercado de viviendas libres.

La segunda medida de sustituir el cálculo de valor residual por el de valor actual es igualmente absurda. Una cosa vale lo que la gente está dispuesta a pagar por ello, no lo que una entidad pública diga que vale. Yo puedo decir que un solar que valía 100 tiene un valor de 10, pero si millones de metros cuadrados siguen en manos de pocos, éstos seguirán especulando con el ritmo al cual sacan pisos al mercado y controlando los precios. Hay millones de manzanas en el mercado, pero no hay tantos fruteros. En España, sólo 15 constructoras tienen cartera de suelo como para abastecernos con un millón y medio de pisos. Los pisos son manzanas que no se pudren y que los bancos financian a muchos años vista, así que los sacan al mercado al ritmo que conviene, no vaya a esfumarse el negocio del siglo.

La tercera idea de que entre un 15% y 20% de las plusvalías vayan a la Administración para financiar viviendas protegidas será también contraproducente. Es como decir que un 20% de la especulación será para... ¡reducir la especulación! ¡No tiene sentido! Y es que la nueva Ley sigue olvidando la premisa fundamental. Para que los precios de un bien bajen (aunque sea un bien raíz) es necesario que demanda y oferta interactúen de modo libre y, sobre todo, en igualdad de condiciones. La demanda todavía no se ha frenado (más de 800.000 transacciones inmobiliarias en los últimos 12 meses). Y la oferta seguirá siendo manipulada, concentrada, sometida a corrupción, y ocultando la financiación de partidos políticos y ayuntamientos.

Si la demanda no afloja, los que no consigan vivienda de protección oficial lo tendrán aún más difícil para comprarse un piso. No pueden competir con empresas, inversores o fondos inmobiliarios. Por otro lado, el mercado de segundas residencias, más cercano al turístico, motor de la economía española, ha de responder a un modelo sostenible económico y medioambiental. ¿Están los gobiernos autonómicos capacitados para ello si se autorizan urbanizaciones en zonas donde ya hoy se sabe que no hay recursos hídricos suficientes?

Estamos mezclando las necesidades sociales de nuestros ciudadanos con las necesidades económicas del país. Ambas confluyen en un mismo mercado en desigualdad de condiciones y, además, ambos mercados responden a objetivos distintos.

Tal vez tras la nueva ley los precios se corrijan, pero ocurrirá si la demanda baja, no porque hayamos legislado bien la oferta.


 

17 de noviembre de 2006

17 de noviembre de 2006

El Proceso de Paz 

Pedagogía ciudadana (II)

 

La noche del martes, entre el placer de un House y el placer de otro House, maravillosos ambos,  el zaping me llevó a un debate sobre terrorismo de una presunta televisión pública autonómica de Madrid. Allí pude oír, después de reponerme del susto de comprobar que el moderador era un señor con pinta de Buruaga, que una tal Gurruchaga, doña Carmen, recriminaba a un diputado socialista ser cómplice, nada más y nada menos, de la falta de libertad en el País Vasco. No llegué a lo que había dicho el malvado diputado socialista a la ejemplar doña Carmen , pero por la cara y los gritos de la periodista debió ser para llorar hasta enfermar, cual Mafalda.

 

Aclaro que el diputado socialista, a quien no soy capaz de poner nombre en este momento, nunca lo veremos entre los candidatos a premio Nobel que anualmente concede ese país tan extraño como depresivo, pero tampoco me pareció que compitiera por hacerse un hueco en la nómina de  Puerto Hurraco. No es que el diputado socialista estuviera equivocado, decía la indignada “entendida” en “lostemasdelpaisvasco”, algo que podemos dar por descontado dada su condición de socialista, sino que la acusación era, nada más y nada menos, que de “complicidad” con los terribles delitos que sacuden las tierras del norte de España y el sur de Francia. Ya saben.

 

Maldición, la copa estaba envenenada, me dije.

 

Pero lo que me llamó verdaderamente la atención, lo que me dejó con la cara de un paciente de House, es que el diputado socialista, lejos de mandar a determinado sitio a la periodista por la gravedad de sus acusaciones o manifestar al respetable que hasta aquí habíamos llegado si no rectificaba sus imputaciones, o mostrar, simple y llanamente, la verdad de los hechos, es decir, despejar el camino de las mentiras que le recriminaban, se quedó calladito y sólo atinó a decir, más o menos : no es lo que me dicen mis compañeros del País Vasco.

 

Evidentemente me marché a ver el segundo House ante la muestra de genialidad del representante del pueblo a quien seguramente yo habría votado en algún momento de mi vida.

 

Está muy bien criticar a los “enemigos” del proceso de paz, algo a lo que yo me sumaré con entusiasmo desde este blog,  pero sería conveniente que nuestro gobierno pusiera al frente de esta difícil batalla a sus mejores generales.

Tampoco vendría mal que alguien aconsejara mejor al Presidente en algunas de sus manifestaciones, públicas o privadas,  y, ya que estamos de ejercicios espirituales y con el yo pecador a modo coral, que todos los “nuestros” hicieran algo más de pedagogía, razonando y explicando las “necesidades” del proceso y sus bondades: que nos expliquen que desde el estado de derecho se puede hacer un proceso de paz con la cara bien alta y la ley en la mano.

Seguramente si hicieran estas cosas, y algunas más,  las indignadas “gurruchagas”  que en el mundo son y serán no se atreverían a acusar a nadie en las televisiones de terribles delitos. Y nos ahorraríamos muchas de esas “correcciones políticas” tan comunes en sus discursos y tan cansadas y repetidas en las numerosas tertulias de los habituales y cansados *entendidos*.

 

No es que uno le pida al Presidente que  informe de los dolores del parto. Sólo le ruego que me diga, en algún momento, cómo se llamará el niño.

No es mucho teniendo en cuenta que él es el padre de la criatura y yo confío en él. Por ahora.

       

TREINTA AÑOS.

TREINTA AÑOS.

Aquella situación le provocaba un infinito cansancio. Ya no tenía fuerzas para encarar los hechos. Treinta años se habían ocupado de convertirlo en un ritual, en una costumbre.Al principio afloraba un atisbo de sentir que podía perder su dignidad de persona, no ya de hombre, pero tenía una enorme dificultad para encontrar la respuesta, ni siquiera la adecuada, simplemente una respuesta.Treinta años de continuas agresiones, de constantes reproches, de recordarle lo que hubiera podido ser y no fue, fueron minándolo hasta llevarlo a la parálisis absoluta. Se limitaba a guardar silencio una vez más y salir de la habitación como única forma de ponerse un poco a salvo. Treinta años, repitiéndose en silencio, algún día seré capaz, ella no es la dueña de mi vida. Siempre como un aguijón clavada la sombra de la duda, a base de permitir ese repetitivo discurso “sólo eres un fracasado”, un hombre sin agallas igual que tu padre, por lo menos él tuvo el valor al final de volarse la tapa de los sesos.Treinta años habían momificado su cerebro, detenido su memoria en aquel desvalido niño que bebía el tazón de leche recién ordeñada acompañado de su particular nana, el sonido aterrador del viento columpiando las contraventanas de madera de aquel viejo caserón perdido en las montañas.Treinta años compartidos con su mejor compañera. Ella sin reproches lo acompañaba a cazar, adentrarse en la maleza, encender una cálida fogata y contemplar el arco iris, envuelto en una manta con la espalda sostenida sobre el más viejo de los robles.Treinta años cuyo único error había consistido en aceptar los hechos, heredar aquellas pocas hectáreas y hacerse cargo del rebaño. Aquel era su lugar. En la ciudad, en la fábrica se sentiría perdido. Allí todos los días serían iguales y no podría hablar con las águilas.Treinta años de despedidas dolorosas provocadas por el imán de la ciudad. Un hasta pronto indefinido de sus pocos amigos, alguna novia y numerosos vecinos de la aldea.Treinta años de contemplar: la labor de la carcoma sobre los bancos del coro de la ermita, la paciencia de las cigüeñas hasta tapar por completo con sus nidos la silueta erguida de la espadaña, el silencio atronador de la ausencia de chiquillos en la pequeña plaza.Nada de eso constituía un reproche, en su pequeña medida podría haber sido feliz. Era ella, quién cada día alimentada por sus propias frustraciones, por su enfermiza insatisfacción, se encargaba de recordarle lo que podía haber sido y no fue.La vieja siempre vivió al amparo de sueños que debían satisfacer otros, primero su padre y luego él. Podría haberse marchado con su hija, pero esa “zorra” también le falló, emigró a Europa y aquello quedaba demasiado lejos para ella. La vieja no podía permitirse abandonarlo a él, siendo un varón sin amancebar, que además cuidaba de aquel envenenado rebaño, única fuente de sus escasos ingresos.La vieja tenía como misión redentora y de madre poner orden en sus vidas, a fin de cuentas sólo vivía para ellos. Igual que vivió para su padre. El siempre tuvo el refugio del alcohol y el calor de la Gabriela, que dejó su impronta en la aldea, repartiendo ternura para cuantos querían compartirla. Al poco de morir ella, su padre también enfermo se voló la tapa de los sesos.El también en su juventud tuvo “su Gabriela”. Un mal día le comunicó que abandonaba el pueblo, que si se marchaba con ella, que en la fábrica podrían criar mejor a los hijos que vinieran, que el trabajo sería menos duro, que allí sólo se quedarían los viejos, que ya no podía más…………….El mejor que nadie la entendió, pero se negó a marcharse. Se despidieron sin un reproche.Ya no echaba de menos a ninguna Gabriela. No necesitaba la compañía de una hembra para escupir sus impulsos. Ya no recordaba lo que era el calor si no se lo ofrecía su fogata.Aquella mañana tras el ritual de siempre, mientras la vieja se consumía en su sarta de reproches, al tiempo que le ponía el tazón de leche por delante, se sacudió por dentro ese cansancio de treinta años. Ni siquiera percibía el sabor del rencor, el olor de la venganza, el sonido plano de la indiferencia. Se limitó a sujetarle con fuerza la mano que envenenaba el tazón y mirándola fijamente a los ojos le advirtió en voz baja: ahora sí ya sé que algún día seré capaz de hacerlo                

16 de noviembre de 2006

16 de noviembre de 2006

El proceso de paz. 

El precio político (I)

El 17 de septiembre de 1998, el diario El Mundo titulaba su editorial : “La tregua, un éxito de los demócratas”.

El 23 de marzo de 2006, el mismo diario opinaba sobre la tregua:”Un texto y un contexto que inspiran más preocupación que esperanza”.

El editorialista, con el visto bueno de su director, el mismo director de 1998, tan eterno él y tan majo, no se cortaba un pelo al escribir sobre el origen de la actual tregua: “No resulta descabellado pensar que la banda ha querido recompensar al presidente por su decisiva contribución a un Estatuto [el de Cataluña] que abre un proceso de ruptura de la unidad del Estado, como pretenden los nacionalistas y la propia ETA”.

Si la anterior tregua, cuyo contexto de violencia no detallo por conocido, era un éxito de todos, incluidos los nacionalista, y de nada servía preguntarse por su origen y los problemas que presentaba al estado de derecho; la actual, tras muchos meses sin asesinatos, no era más que el regalo que la banda terrorista hacía al presidente del gobierno de España por su notable contribución a la “ruptura de la unidad del Estado” (¿El precio político? Sin la menor duda, por favor). Curiosamente, el editorialista quitaba en esta ocasión el mérito a los demócratas y se lo saba a los terroristas. ¡Desagradecido!

Creo que ahí está todo el razonamiento y el discurso de nuestra actual derecha: El precio político existe, desde el minuto uno, según ellos proclaman, porque la propia tregua ya forma parte del “pacto” que ZP ha hecho con los terroristas…luego Zapatero es un traidor al estado de derecho, a las víctimas, a la libertad, al pacto por las libertades… y a los buenos alimentos. Y a lo que haga falta y mande Federico.

Y no digo nada del 11M y el serial de los agujeritos negros.

Y ahí seguimos. “El Precio Político” es la hipótesis necesaria sobre la que se sostiene todo el discurso de la derecha extrema contra el proceso de paz. Es curioso que cuando uno intenta saber en qué consiste ese “precio político” sólo encuentra palabras como independencia, autodeterminación, Navarra…sin que nadie nos indique la hoja de ruta del malvado ZP para conseguir desde la legalidad cumplir todas esas traiciones. Ni poniendo a Otegi de presidente creo que lo conseguiría.

Pero la finalidad de los fundamentalistas ya está conseguida : el día 25 de noviembre se volverá, por cuarta vez, ¡CUARTA VEZ!, a gritar por las calles de Madrid contra Zapatero y a llamarlo amigo de los terroristas. Ya verán como Alcaraz, con su habitual inteligencia y saber estar, no dudará en recordarnos el “precio político” que ha pagado YA Zapatero a ETA: el “enemigo” es ZP, no ETA. Derrotando a ZP todos contentos.

Así que las dificultades, problemas, provocaciones, mesas, diálogos, etc, del proceso, tan complicado éste como los anteriores, y de necesaria discusión en una sociedad democrática, se simplican en el lenguaje/consigna con el término “precio político”= que ha pagado ZP=el traidor.

Dicho lo cual, en mi opinión, el gobierno que actúa desde el estado de derecho, es decir, con la ley en la mano, jamás paga precio político a nadie. Simplemente gobierna o legisla desde el parlamento. Lo mismo en sanidad que en seguridad pública.
El debate sobre el “precio político” es un debate trampa de quienes están, AHORA, contra el proceso de paz.

15 de noviembre de 2006

15 de noviembre de 2006

Un grupo de ciudadanos de toda España hemos creado un blog. Concretamente un grupo de 22 ciudadanos. Nos conocemos de forma virtual y nuestro único nexo en común es que estamos a favor del proceso de paz. Quiero decir, que estamos con el gobierno legítimo de España en aquello que crea conveniente hacer para conseguir el final del terrorismo dentro del estado de derecho.

También somos un grupo de ciudadanos a quienes la deriva de la actual derecha española empieza a preocupar. Su odio contra Zapatero y el sectarismo de cada uno de sus líderes están calando en un sector amplio de la población. Para los Zaplana, Acebes, Aznar y compañía parece que todo vale con tal de *sacar* del poder al socialismo democrático. Todo, incluso la manipulación de algunas asociaciones.

Por ejemplo:

Ayer se inició en la Audiencia Nacional el juicio por el atentado sufrido en febrero de 2002 por el entonces dirigente de las Juventudes Socialistas en el País Vasco y hoy diputado en el Congreso, Eduardo Madina. En su declaración ante el Tribunal, Madina ha reconocido que ETA iba a por él y que el día del atentado no revisó los bajos de su coche. Eduardo Madina ha estado arropado por el presidente del Senado, Javier Rojo, y por la plana mayor del PSE, pero nadie de la Asociación de Víctimas del Terrrorismo.

Al parecer, hoy no tocaba.

La víctima era un socialista a favor del proceso de paz.

13 de noviembre de 2006

La realidad y el deseo.

Naciones Unidas pidió a líderes mundiales que cumplan con la promesa efectuada en 1996 y reduzcan a la mitad el número de personas hambrientas de aquí a 2015. La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indicó que, lejos de conseguirse ese objetivo, existe más hambre hoy que hace 10 años. Según el informe anual de la FAO, titulado "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo", actualmente hay más de 820 millones de personas subnutridas, comparado con cerca de 800 millones en 1996. "Lejos de reducirse, el número de personas hambrientas en el mundo actualmente está creciendo a un ritmo de cuatro millones por año", advirtió Jacques Diouf, director de la FAO. Por lo tanto, queda muy lejos el objetivo de 31 millones de hambrientos menos por año, fijado en la Cumbre Mundial de la Alimentación celebrada en Roma hace 10 años.

(Baraka)

La tetera de Rumsfeld y Tertsch

La tetera de Rumsfeld y Tertsch

Del blog de Justo Serna

Resulta increíble la irritación con que se expresan algunos periodistas elevados a la condición de columnistas. Cuando sólo ejercían de reporteros no tenían más remedio que contenerse y, por tanto, reprimían sus ansias de pontificar. O eso, al menos, es lo que solía ocurrir. El yo del reportero ha de contenerse y su expresión y su relato no pueden mostrarnos a un observador entregado a la defensa de una causa, sino a un periodista que capta los hechos, que se documenta aceptablemente y que transmite con orden y pormenor. 

Pero puede ocurrir que se llegue a reportero después de haber logrado celebridad como columnista. Un autor que alcanza fama como novelista y que escribe en la prensa colaboraciones vistosas y bien pagadas puede, en efecto, ejercer eventual o excepcionalmente de cronista. Fue el caso, por ejemplo, de Juan Manuel de Prada. Leímos en Abc sus crónicas papales, las de la agonía de Juan Pablo II, y esos relatos periodísticos fueron un despliegue desmesurado de santurronería, con frases inacabables, con reproches a los ateos, con celebraciones para cofrades, un atracón de abeceína mal digerida, dicen algunos. La de esos reportajes era una moralina pesadísima, la misma que destila el Juan Manuel de Prada articulista, tan esforzadamente católico, tan machaconamente creyente y comunitario, un articulista que quiere emular a Chesterton, modelo para el que le faltarían ironía e individualismo.

Pero volvamos al modesto reportero que luego le pierde el articulismo. Ese periodista cuando cobra suficiente celebridad y se le aúpa hasta la columna, entonces alguno de ellos se dejan arrastrar por la tentación de las opiniones contundentes. Tienen voz propia y una audiencia particular, y esos datos les envanecen. Pero hay más: el engreimiento no es suficiente  para explicar sus tremendos juicios, las condenas que propalan. Hay algo de convicción firme de última hora, la irritación del converso o del que se ha quitado el maquillaje.

En la pasada época de esta bitácora escribí en distintas ocasiones sobre Hermann Tertsch. En alguna de ellas se dignó contestarme con un tono insultante, vaya. Yo le criticaba su conversión en ideólogo neocon: su pluma se había ensombrecido, su estilo se había agraviado, su columna sólo era púlpito, su frase se había hecho trinchera, había abrazado la causa de lo políticamente incorrecto y, desde ese momento, se sabía rodeado de envidiosos y enemigos, muchos de los cuales estarían entre los colegas aparatosamente progresistas de su propio periódico. En aquella inflamación que Tertsch padeció o reveló finalmente,  aprobó a Bush de manera entusiástica, celebró a Juan Pablo II casi con fe de carbonero y repudió todo lo que como el azufre oliera a progre.

El martes 7 de noviembre leí la última de sus columnas. En ella criticaba la comparación, sin duda desafortunada, que Rodríguez Zapatero ha hecho entre el cambio climático y el terrorismo: entre los muertos que uno y otro fenómeno provocan. Mientras el primero tiene una responsabilidad colectiva, anónima y compartida, el segundo tiene autorías bien definidas, culpabilidades precisas. Es cierto que Estados Unidos no ha firmado el Protocolo de Kioto, pero el daño climático lo hemos producido entre todos, con nuestros aerosoles o con la escapes de nuestros vehículos, con nuestra fábricas humeantes. Etcétera.

Pero más allá de esa crítica –por equiparar la naturaleza de los muertos–, Tertsch empezaba y acababa su artículo haciendo una evaluación sumaria de quienes se habían opuesto a la guerra de Irak. Ahora los examinaba y suspendía como si de un preceptor severo y airado se tratara. En el primer párrafo decía:  

“La percepción del riesgo es difícil de evaluar. Como la amistad, el amor y la memoria. Algunos recuerdan ahora que hace tres años sabían exactamente lo que pasaría hoy en Irak. Son fantásticos. Han ayudado a que sucediera aquello de lo que se vanaglorian. Afectará también a sus hijos. Quizás ahora mirando atrás haya alguno con el coraje moral de pensar que con una actitud occidental global distinta hoy Irak sería otra cosa. Pero la tragedia de Irak tiene un culpable claro y, por tanto, tampoco preocupa en general, sufra quien sufra. Da la razón”. 

En el colofón del artículo, Tertsch entre otras cosas apostillaba:

“Hoy, aniversario de la Revolución Soviética, hay elecciones en EE UU, donde un Bush tan incapaz como demonizado ha servido a otros para erigirse en supuestos jinetes de la razón frente a una catástrofe que por desgracia auspiciaron desde un principio como máxima conveniencia. Pero el cataclismo continúa”.

Me resultaría incomprensible esta lógica argumentativa, si yo no conociera ya al personaje, si no le hubiera leído anteriores soflamas, siempre hinchadas de la retórica del Bien, ajenas presuntamente al realismo diplomático. Si hay que hacer el Bien.., se hace y punto; si hay que hacer una guerra para implantar una democracia…, se hace y punto.¿Y los que no piensan como él? Pues son aliados voluntarios o tontos de los enemigos. Como ya dije en su momento, los adversarios de Tertsch suelen ser antagonistas temibles de la humanidad (que, a mí, sin duda, me atemorizan), pero esos rivales adquieren en su prosa un perfil cada vez más abstracto y mayúsculo, con un énfasis próximo al de Bush: el Nacionalismo criminal, el Terrorismo homicida, el Fanatismo intolerante, claro. Se trata de grandes abstracciones, como la Maldad, que él detecta, percibe e identifica en personajes reconociblemente perversos o en tipos secundarios aparentemente inocuos.

Al leerle otra vez, he recordado Irak. La tetera prestada, un libro de Slavoj Zizek, que les recomiendo vivamente. Es un volumen extraño de un sociólogo esloveno de gran éxito actual. No es un bluff. Es un tipo preparadísimo dotado de una erudición apabullante y de una formación freudiana-lacaniana que, si no se le desborda, da como resultado análisis finísimos e implacables. Es imposible glosar aquí todos los matices de su pensamiento zigzagueante, pero sí quería valerme de un par de ideas. 

“Fue la misma inflamación de la retórica ética abstracta de las declaraciones públicas de George W. Bush (del tipo de ‘¿Tiene el mundo el valor de actuar contra el Mal o no?’) lo que reveló la profunda pobreza ética de la postura norteamericana; la función de la referencia ética aquí es puramente mistificadora; solamente sirve para ocultar lo que está en juego desde el punto de vista político, lo cual no es difícil de ver”. A lo largo de su volumen repasa lo que Bush y Rumsfeld argumentaron o pretextaron para invadir Irak, lo endeble de sus posiciones, y sobre todo los verdaderos efectos de ese conflicto: una revolución blanda que ha de transformar nuestras sociedades con la obsesión de la seguridad y del control panóptico de los ciudadanos. En el viejo panóptico de Jeremy Bentham –luego glosado por Michel Foucault en Vigilar y castigar–, un espacio ha de ser vigilado por un solo custodio con un simple golpe de vista. Por eso, la disposición arquitectónica del edificio tiene forma circular. Ahora, por el contrario, estos primitivismos técnicos han sido superados por la sofisticación de los sistemas de control o por la incorporación de los ciudadanos a labores de vigilancia interna).

Pero, en su libro, lo que mejor trata Zizek es la lógica de la intervención americana: “sólo intentamos hacer el bien, ayudar a otros, traer la paz y prosperidad, y mira lo que nos dan a cambio…” Es una lógica antigua y glosada por el propio cine americano (Centauros del desierto o Taxi Driver), una forma de operar que vemos en “la figura del ‘americano tranquilo’, un agente ingenuo y benevolente que sinceramente quiere llevar la democracia y la libertad occidental a los vietnamitas [por ejemplo]; lo que ocurre es que sus intenciones falla totalmente, o, como escribió Graham Greene, “nunca conocí a un hombre que tuviera mejores motivos para todos los problemas que causó”. Sinceramente o no, lo cierto es que Donald Rumsfeld, George W. Bush pretextaron hacer el bien, se disculparon con los mejores motivos, para finalmente ocasionar un sinfín de problemas en Irak y fuera de Irak.

Hermann Tertsch suele escribir con la misma inflación retórica de Bush, apelando al Bien (la tetera prestada que me devuelves rota), y suele reprocharnos que no convengamos con él en sus argumentos de ética abstracta. Lo que no sabíamos es que Rumsfeld  iba a dimitir y, en cambio, Tertsch nos iba a seguir amonestando, echando la culpa de lo que sus admirados guerreros no supieron hacer prever u organizar. A ojos del columnista, quienes acertaron en la predicción de lo que finalmente ha ocurrido no fueron  clarividentes, sino responsables del cataclismo, pues por acción o por omisión “han ayudado a que sucediera aquello de lo que se vanaglorian”. Es decir, la conclusión de Tertsch es absolutamente inverosímil y se basa en la lógica diplomática del Gobierno Bush: “el mensaje subyacente”, dice Slavoj Zizek, “es siempre ‘Lo haremos con o sin vosotros’ (en resumen: sois libres de estar de acuerdo con nosotros, pero no sois libres de no estar de acuerdo). Aquí aparece de nuevo la vieja paradoja de la elección obligatoria: la libertad de elegir a condición de que uno tome la decisión correcta”. En fin, la tetera ya está rota.

11 de noviembre de 2006

11 de noviembre de 2006

Jean Baudrillard
Ilusión, desilusión estética (fragmento)

" El dominio de los artefactos sobrepasa ampliamente el del arte. El reino del arte es en rigor el de una gestión convencional de la ilusión, una convención que en principio neutraliza los efectos delirantes de la ilusión, que neutraliza la ilusión como fenómeno extremo. La estética constituye una suerte de sublimación, de dominio por la forma de la ilusión radical del mundo, que de otro modo nos vaciaría. Esta ilusión original del mundo de la que otras culturas han aceptado la cruel evidencia que dispone un equilibrio artificial. Nosotros, las culturas modernas, no creemos ya en esa ilusión del mundo, sino en su realidad (que es por supuesto la última de las ilusiones), cuyos estragos hemos escogido atemperar por medio de esa forma cultivada, dócil, de simulacro que es la forma estética. La ilusión no tiene historia. La forma estética en sí misma tiene una. Pero debido a que tiene una historia, no tiene más que un tiempo, y es sin duda ahora cuando asistimos al desvanecimiento de esta forma condicional, de esta forma estética del simulacro, en beneficio del simulacro incondicional, es decir en una escena primitiva de la ilusión, donde recuperaremos los rituales y las fantasmagorías inhumanas de las culturas más allá de la nuestra. "

"Cintasiva"