UN REGALO
La vida me ha devuelto hoy en forma de bombones de chocolate el sabor de las caricias de mi infancia, enfundada en unas botas katiuskas, disfrutando del chapoteo de los charcos de una calle con olor a barrio y de juegos bajo el frescor del tacto de un zaguán inundado de azulejos de colores y suelo de mármol blanco, adornado con cromos de angelitos rubios, recortables de muñecas, canicas de cristal , un coche de pedales de plástico amarillo, propiedad de mi amigo Silverito, y una portería de madera donde esconderse para jugar al un, dos , tres, pollito inglés.
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