31 de agosto de 2006
Decía Ortega que en los viajes se hace extremada la momentaneidad de nuestro contacto con los objetos, paisajes, figuras, palabras, y paralelamente crece y nos acongoja la pena que sentimos de que así sea. Quisiéramos de algún modo fijar algunas de aquellas cosas que pasan a escape (…). A este fin llevamos un cuadernito y un lápiz; apuntamos unas breves palabras, y cuando un día, andando el tiempo, las leemos, el paisaje, la palabra, la fisonomía que desapareció adquiere cierta supervivencia, una como espectral vida que conserva de la real ecos, remotos latidos.
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Itaca -
betelgeuse -