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el mundo fragmentado

29 de Mayo de 2006

29 de Mayo de 2006

Algunas respuestas a ese silencio cómplice

 

Primo Levi :

Los caídos y los salvados (fragmento)

" La historia de Rumkowski es la historia repugnante e inquietante de los Kapos y funcionarios de los Lager; de los pequeños jerarcas que sirven a un régimen, frente a cuyas culpas son voluntariamente ciegos; de los subordinados que firman todo, porque una firma es poco importante; de quien mueve la cabeza pero consiente; de quien dice "si no lo hiciese yo, lo haría alguien peor que yo".
(...)
Pero todo esto no basta para explicar el sentido acuciante y amenazador que emana de esta historia. Tal vez su significado sea más amplio: en Rumkowski nos vemos todos, su ambigüedad es la nuestra, connatural a nosotros, de híbridos amasados de arcilla y de espíritu; su fiebre es la nuestra, la de nuestra civilización occidental que "baja a los infiernos con trompetas y tambores", y sus miserables oropeles son la imagen distorsionada de nuestros símbolos de prestigio social. Su locura es la del hombre presuntuoso y mortal.
(...)
Igual que Rumkowski también nosotros nos cegamos con el poder y con el prestigio hasta olvidar nuestra fragilidad esencial: con el poder pactamos todos, de buena o mala gana, olvidando que todos estamos en el ghetto, que el ghetto está amurallado, que fuera del recinto están los señores de la muerte, que poco más allá espera el tren. "

Si esto es un hombre (fragmento)

" Aquí está mi hermana y algún amigo mío indeterminado y mucha más gente. Todos están escuchándome y yo les estoy contando precisamente esto: el silbido de las 3 de la madrugada, la cama dura, mi vecino a quien querría empujar... Les hablo también prolijamente de nuestra hambre, y de la revisión de los piojos, y del Kapo que me ha dado un golpe en la nariz...; pero no puedo dejar de darme cuenta de que mis oyentes no me siguen. O más bien se muestran completamente indiferentes: hablan confusamente entre sí de otras cosas, como si yo no estuviese allí...Tengo el sueño delante, caliente todavía, y yo, aunque despierto, estoy lleno de su angustia; y entonces me doy cuenta de que no es un sueño cualquiera, sino que desde que estoy aquí lo he soñado muchas veces...Me acuerdo de que ya se lo he contado a Alberto, y de que él me ha confiado para mi asombro que también lo sueña él, y que es el sueño de otros muchos, quizás de todos...¿Por qué el dolor de cada día se traduce en nuestros sueños en la escena repetida de la narración que nadie escucha? "

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