7 de enero
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" Eso me irrita porque ofende los dramas que el mundo tiene de verdad. Yo este año he estado en Gaza, allí he visto lo que es que un pueblo se sienta oprimido; yo he visto en África a gente que no tiene para comer, que tiene que caminar 10 kilómetros a por agua... Y que un pueblo como el mío se esté permitiendo la fantasmada, la chulada de darse la importancia que se está dando, convirtiendo un problema que es sencillamente un problema político como en el mundo hay millones, en un drama de este calibre, jugando batallas de vida o muerte, me parece una ofensa para los asuntos reales de vida o muerte. No puede ser, no puede ser que dediquemos la energía que estamos dedicando a este asunto, que estemos obligando a toda España a tener la paciencia superlativa de dedicar millones de horas de un tiempo que lo necesita para millones de problemas que tiene de verdad. Sencillamente, me parece un insulto, me siento ofendido como vasco y me siento irritado. Me parece que debería haber un problema de categorías. ¡Que esos pobres chicos ecuatorianos estén muertos ahora en nombre de no sé qué anhelo...! Vamos, hombre, hay que ver el problema real de estos dos ecuatorianos que habían venido a sacarse la vida adelante al quinto pino de su país y que les hemos matado porque nosotros creemos que una organización del Estado así es peor que una organización del Estado asá... Es que esto no resiste la comparación. No banalicemos hasta este extremo las cosas y, sobre todo, si las estamos banalizando, pongámonos colorados, que nos dé vergüenza por lo menos" (Iñaki Gabilondo. Diario El País, 07-01-07)
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Prohibido negociar con mayordomos
Habíamos tratado de prestarles atención. Nos habíamos esforzado en traducir al lenguaje de lo comprensible expresiones del estilo “es el momento de la construcción de un proceso democrático de superación del conflicto” que, aunque parezca increíble, no significa “es el momento de que ETA deje de pegar tiros de una puñetera vez”. Incluso, nos habíamos creído que Otegi guardaba cierta semejanza con Gerry Adams, aunque el del Sinn Fein parezca ahora un político respetable de barba canosa y el de Batasuna siga teniendo un cierto aire a lugarteniente de Pancho Villa. En definitiva, pensábamos que estos señores que decían representar a la izquierda abertzale querían de verdad usar la palabra en vez de las pistolas. Pero nos han engañado una vez más.
Además de los dos muertos y la montaña de escombros en que se ha convertido el aparcamiento del aeropuerto Barajas, lo más terrible del atentado del día 30 ha sido el silencio de este mundo que rodea a ETA y le da oxígeno. No hemos escuchado ni una voz de condena entre los ‘políticos’ de Batasuna; no se ha levantado ni una sola voz de protesta en el colectivo de presos, a los que un final dialogado del terrorismo les hubiera ahorrado años de cárcel; no se ha proferido un ‘ya basta’ entre los familiares de estos mismos presos. Ya no sirve ni siquiera el argumento del miedo, porque el verdadero miedo lo vuelven a tener otros. Estos sujetos viven en otro mundo; pero es que además son de otro planeta.
Las declaraciones de estos valientes ‘mahaikides’ de Batasuna con los restos humeantes de la bomba de ETA como telón de fondo pasarán a la historia del disparate. Tras meses de augurar la quiebra del proceso de paz y con la certeza de que ETA había enterrado a dos nuevas víctimas, Otegi proclama que el proceso de paz “está más vivo que nunca”. Para el voluntarioso Joseba Álvarez, el atentado “no facilita el proceso”. Y para Pernando Barrena, una especie de Santo Tomás del abertzalismo, “no hay constancia expresa de que el alto el fuego esté roto”. Lo de Barrena es realmente de psiquiatra: “Hoy por hoy, hablar del alto el fuego, si está vigente o no, pensamos que es especular, precisamente en torno a algo de lo cual no tenemos constancia expresa”.
De ser ciertas algunas informaciones que apuntaban a que estos ‘pacifistas’ habían alcanzado en octubre una especie de preacuerdo en sus reuniones con los socialistas vascos y el PNV, en el que se incluían determinadas referencias semánticas a la territorialidad y a la autodeterminación, cuyo contenido fue expresamente desautorizado por la banda, estaríamos ante la paradoja de que la bomba de Barajas también iba dirigida contra ellos. Humillados por los chicos de la capucha, los Otegi, Barrena, Álvarez, Permach o Etxebarría hablan ahora de recomponer el diálogo y de buscar compromisos. Los mayordomos se disfrazaron de señoritos. ¿Quién va a negociar la compra de una casa con el servicio?
De los errores que pueden atribuirse a Zapatero, éste es, sin duda, el mayor de todos. El presidente del Gobierno no se ha equivocado al buscar un final dialogado del terrorismo. Su principal pecado ha sido la ingenuidad, aunque luego cometiera otros, como el de resistirse a dar por muerto un proceso en plena descomposición. Se creyó la palabra de los terroristas e ignoró signos evidentes de que la tregua ya era agua pasada. A quienes dicen querer abandonar la violencia pero roban armas, preparan zulos con explosivos para aprovisionar a sus comandos y compran dispositivos electrónicos para detonarlos no se les puede conceder el beneficio de la duda.
El atentado ha desnudado a Zapatero y le ha puesto en ridículo, es cierto, pero también ha dejado en pelota picada a quienes han usado la negociación con ETA como gran argumento de oposición al Gobierno. ¿Dónde está la rendición? ¿Dónde el pacto para que Euskadi se anexionara Navarra y se autodeterminara después? Frustrada la negociación, cuando la lucha contra ETA vuelva a recaer exclusivamente en policías y jueces y la ley de partidos impida que Batasuna concurra a las elecciones, ¿qué nuevas invectivas podrán fabricarse? ¿Habrá que conseguir para Acebes un buen expediente de regulación de empleo?
Tendrán que pasar años para que vuelvan a darse condiciones tan propicias para acabar con ETA como las que concurrían en estos momentos. El futuro inmediato ya está escrito. Batasuna será expulsada de los ayuntamientos y las diputaciones forales pero volverá a demostrarse que los métodos policiales tienen una eficacia limitada para erradicar por completo el terrorismo. Habrá, sin duda, nuevos atentados y extorsiones a empresarios. Las libertades de todo un pueblo seguirán atenazadas. Viajaremos al pasado. Algunos parecen disfrutar con este panorama. Son los mismos que se ríen cuando escuchan decir a Zapatero que su determinación para alcanzar la paz es ahora mayor que antes. Dan bastante pena.
Juan carlos Escudier
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Hoy, hace un año
BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE ENANITOS........Leopoldo Maria Panero
Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas. Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado, ahora, qué grotescos. Os echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos se oyen golpes secos, uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.
"Así se fundó Carnaby Street" 1970.- Leopoldo María Panero
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juan -