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el mundo fragmentado

2 de octubre de 2006

2 de octubre de 2006

"Antes los nacionalistas y ahora también los socialistas acusan al PP de instrumentalizar a las víctimas de ETA. La imputación es nauseabundamente injusta y apunta a una cuestión que habría que analizar: el papel de las víctimas en la sociedad. Yo creo que nosotros necesitamos a las víctimas del terrorismo tanto o más de lo que ellas nos necesitan a nosotros. Las necesitamos como baluarte, como dique ético frente a la tentación, terriblemente humana y siempre equivocada, de hacer concesiones morales y enjuagues políticos para liberarse del chantaje. Las víctimas son la tronante voz de la conciencia de una España próspera y pancista. Por eso hay que pedirles que hablen. Por eso hay que escucharles. Por eso las quieren silenciar metafórica y ahora también literalmente en el Paseo de las Delicias de Sevilla" (Cayetana Alvarez de Toledo, periodista, responsable de comunicación de Angel Acebes)

El párrafo fue escrito por la periodista Cayetana Álvarez de Toledo. Publicado en el diario El Mundo, pertenece a una serie dominical donde la periodista mantiene un diálogo escrito con el *académico* Luis María Ansón. Cayetana, joven ella, guapa e inteligente, mantiene su responsabilidad de directora de opinión de El Mundo, según leo,  a pesar de haber sido nombrada recientemente responsable de comunicación e imagen de Angel Acebes, secretario general del Partido Popular.

Es difícil encontrar un mayor reconocimiento de culpa sobre la utilización de las víctimas que el párrafo de la joven Cayetana. Todo él es una autoinculpación difícil de borrar con el paso del tiempo y ahí quedará para los restos. Pero hay algo donde una vez más se vuelve a insultar a las víctimas de forma lamentable (bien es verdad que con el visto bueno de la propia AVT que está encantada con el trato).

En la medida que sigamos tratando a ese grupo de personas por su condición de víctimas ,y no como ciudadanos ,estaremos dándoles el mismo trato que la sociedad otorga a los niños, a los tontos o a los deficientes. Y porque les negamos que tienen todo el derecho a hablar en cuanto ciudadanos, y no por ser víctimas, se estará no sólo utilizándolos, cual Pp,  sino negándonos al resto de los ciudadanos nuestro derecho a discreprar de ellos cuando lo consideremos oportuno.

Así las cosas, el ciudadano Alcaraz tiene todo el derecho del mundo a decir las tonterías que crea oportunas, y a las que tan aficionado es, pero la víctima Alcaraz merece toda nuestra solidaridad.

 

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