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el mundo fragmentado

18 de Abril de 2006

18 de Abril de 2006

Tiene razón Jordá cuando afirma que "no hay un solo muerto del que se hable mal en una necrológica". No dudo que Félix Bayón fuera "buena gente", como decimos en el sur. Seguro que sí. Seguro. Como tampoco dudo que Bayón fue tan buen periodista como mal novelista ( su última novela es infumable). Guardo un buen recuerdo del Bayón de El País , corresponsal en Moscú, y algo menos grato de ese articulista último en diarios del sur . Debe tener razón Arcadi Espada al hacer notar que Bayón no estaba cómodo en esta faceta profesional, en ese paso de la información a la opinión ( cuando ya sabemos que lo difícil es informar).

Como ha escrito Juan de Dios Mellado, antiguo director de Diario 16 Andalucía, no todos los periodistas callaron con la corrupción de Marbella. Bayón no calló. Curiosamente, el llamado "sindicato del crimen", eligió Marbella para presentar al grupo opositor a Felipe González, Ansón incluido. En ese "sindicato" había, y hay, vivos y muertos, mucho periodista con intereses inmobiliarios en Marbella, recalificados gracias a la actuación corrupta de Gil y otros. Sobre este tema sigue un silencio periodístico que dice mucho de lo que ocultan unos de otros para tapar sus negocietes millonarios. Nunca fue el caso de Bayón, periodista honesto.

Bayón vivía con un corazón trasplantado desde hace 14 años. Un corazón de un chaval de 13 años. Alguna vez le escuché decir que el mejor agradecimiento al donante era atrapar y vivir la vida intensamente, como si fueran dos quienes la vivieran. Y, según leo, así ha sido.

Descanse en paz.

3 comentarios

Mnemosine -

No se preocupen, yo esribiré sobre los dos con mi probada capacidad objetiva...

Como decía mi abuelo, un tipo extraordinario que me enseño el valor de la ética personal , \"el día que hablen bien de mí malo, eso significará que he muerto\"

zoemar -

Joven von ber, es un poco pronto para que usted piense en necrológicas. Además, las necrológicas, por definición, siempre las escriben otros. Cuando las escribe uno mismo se llaman biografía y suelen ser mentira. Dejemos el penoso trabajo de mentir a los demás.

von ber -

Quizás por no fiarme de ningún ser que escriba sobre mi después de muerto voy a empezar a pensar en algo para mi necrológica propia...
suena morboso, pero puede resultar un acto de lo más poético...