25 de febrero de 2006
Me pregunto dónde estaban todos esos que van a llenar algunas calles de Madrid hace unos años, cuando la tregua de ETA con Aznar. Me pregunto qué dirían si el actual Gobierno hubiera mandado a una localidad europea a dos Secretarios de Estado y un asesor personal del Presidente para hablar, conversar, pactar, con el número uno de la banda y dos de los autores de los más terribles atentados perpretados por ETA, como era el caso de Belén González Peñalba. Me pregunto qué dirían si el gobierno actual hubiera acercado a más de cien presos de ETA a las cárceles del País Vasco como paso previo a otros acuerdos. O que el actual Presidente del Gobierno hubiera llamado a ETA : Movimiento de Liberación Nacional Vasco, como se le ocurrió en México, en un acto de patriotismo universal y reconocimiento como líder cósmico.
Lo siento, estas anotaciones no quisieran caer en el día a día de la política, pero tengo que dejar constancia que me produce ASCO todo cuanto rodea la manifestación de esta tarde. Un enorme ASCO. Tanto por la utilización que de un grupo de víctimas hace el presidente de la AVT, como por los hipócritas argumentos esgrimidos por los dirigentes de la derecha española, como por los artículos y opiniones de todos esos columnistas que se siguen mostrando como mariachis de la España más rancia.
Acabar con ETA es difícil, muy difícil, como demuestran sus cuarenta años de existencia y el apoyo social que tiene elección tras elección. Es básico mantener un mínimo de respeto al Gobierno en esta materia y no caer tan fácilmente en la utilización de sentimientos que sólo traerán más dolor. Yo estoy con el actual Gobierno en los mismos términos que estuve con el Gobierno de Aznar en esta materia y en circunstancia parecidas y por ello me parece terrible comprobar que la derecha española, una vez más, utiliza el "todo vale" para conseguir volver al poder.
Quiero dejar escrito hoy :¡en mi nombre, sí !
(El lema de la manifestación es : En mi nombre, no.)
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