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el mundo fragmentado

5 de Febrero de 2006

 

La ciudad y sus límites. El vientre de la ballena, aquello que nos envuelve.

Preguntado Pollock por cuándo intuía que la obra estaba terminada, respondió que nunca. La obra nunca está terminada salvo en la mente de quien la observa.

Algunos años antes, Robert Walser escribió pequeños relatos cuyo final era el soporte, diminutos papelitos, con letra minúscula, a lápiz, casi ilegible. Es lo que hoy conocemos como "microgramas". El escrito terminaba, es un decir, justo donde finalizaba el papelito, con un adjetivo, un verbo, un artículo...Si un posible lector, en el que Walser nunca pensó, quería intuir un posible final era su responsabilidad, o su pánico.

La necesidad de poner un punto y final allí donde el espacio ya no existe, desde el vientre de la ballena.

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