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el mundo fragmentado

21 de julio de 2006

21 de julio de 2006

Es curioso que los mismos que niegan, y con razón, postulados identitarios, nacionalistas, de territorio por encima de las personas, a los varios nacionalismos que en España conviven, sean los que defiendan la causa del Estado sionista de Israel. No es que Israel, evidentemente, no tenga derecho a un Estado, sino que ese Estado, el existente, donde se encuentra, las razones por las que se encuentra allí, desde sus orígines, esgrimidas por los padres fundadores, son de origen identitario, religioso, y tan virtuales como aquellos que desean modelar paisajes en su estatutos.

Es a este Estado israelí actual , así configurado, imposible para muchos judíos que piensan en no/judío o que niegan las razones de ese sionismo invasor, es al que negamos como Estado, y al que nos oponemos. Y es el que no debiera existir. Cada día más parecido a un Estado terrorista con la simple lectura de la prensa diaria.

Otra cosa, y en otro momento, será hablar de los otros estados árabes. Esos que fueron modelados a golpe de regleta por ingleses, franceses, alemanes o americanos y que oponen religión a religión haciendo imposible cualquier posibilidad de avance en sus derechos. Además de estar nadando en la más absoluta corrupción, con el visto bueno de las potencias occidentales, maestras en el arte de corromper territorios y personas.

Si Lawrence levantara la cabeza.

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