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el mundo fragmentado

15 de Junio de 2006

15 de Junio de 2006

El primer café de la mañana me lo ha servido una chica rumana. Conozco su nacionalidad porque alguna vez le he oído responder que *no todas las rumanas somos iguales* , ante el comentario imposible de algún *cruzado*.

El otro café, el segundo, sobre las diez de la mañana, mientras esperaba la llegada de alguien, me lo ha servido una ecuatoriana. Hablaba de lo bien que se lo habían pasado en la plaza de toros de Vista Alegre, junto a la colonia de paisanos en Madrid , viendo la victoria de su selección en el Mundial en una pantalla gigante de televisión.

La coca light ( así estamos ),sobre las doce del mediodía, llegó con algún problema. Detesto todo los light (pero...) así que la soporto con algo que engañe su sabor, una rodaja de limón, por ejemplo, bastante hielo, también, en fin, cosas de la edad y las renuncias. Al camarero no le había dado tiempo todavía de dominar en español las palabras hielo y limón que, dado su origen croata, como me certificó el encargado del bar, se le resistian un poco.

- ¿Cuánto tiempo lleva en España?, le pregunté a ambos.

- Un mes, me respondió el encargado. 

Pues con otro mes más, nuestro amigo croata hablara un español con el mejor sabor de limón e hielo. Seguro.

El periódico habla hoy de identidades y territorios. Todo el papel y energía consumido sobre esta *terrible* cuestión , será superado por el paso del tiempo.Eso que algunos llaman Nación, otros apellidan Patria, y los más tímidos le apodan País, tiene sus días contados. Con sólo darse un paseo por la ciudad se puede comprobar.

Afortunadamente, añado.

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