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el mundo fragmentado

28 de Mayo de 2006

28 de Mayo de 2006

Recordando a Bernanos, nunca la causa contra los movimientos antinazi, o antifascistas, encontró mejores aliados que en personajes como el alcalde de Salamanca. Le recrimina al gobierno, a cuenta del traslado del famoso archivo, algunos "tics nazis" muy preocupantes. Llamar nazi a un gobierno democrático, al que se puede quitar democráticamente, es reconocer en el mismo momento la impostura del propio discurso y elevar a la categoría de santidad a aquellos repugnantes criminales.

Trae ABC hoy un artículo de Juaristi a cuenta, también, del Archivo de marras.

Dos cuestiones:

a) Dice Juaristi que el Archivo se ha destruído. Falso. Con los nuevos adelantos tecnológicos ningún archivo puede ser destruído por el traslado de una parte, mínima en este caso, del original de sus documentos. La unidad del Archivo es lo primero que ha quedado garantizado.

b) Dice Juaristi que ese traslado es un "ataque del nacionalismo a la Historia". Nunca el nacionalismo fue más engrandecido ni la Historia más empequeñecida. ¡El nacionalismo atancando a la Historia! Habrá que decir aquello de nuestras madres: ¡Qué bien me come el niño!.

Epílogo a ese artículo imposible: el único ataque a la Historia reconocido, verificado, constatable, es el que protagonizó hace 70 años un militar africanista contra la legalidad republicana. Curiosamente el mismo militar que *unificó* archivos y cementerios, entre otros lugares de ocio y paz.

Dice J.P. Fusi hoy en El País que Franco impidió el nacimiento de un nacionalismo español. 

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